Chocolate caliente con Jengibre

Llegan las noches frías a mi isla del encanto, jamás comparado con el invierno en otros países, pero nosotros con cualquier brisa fresca ya tenemos frío, somos del trópico, así somos.  Para estas noches "frías" nada mejor que un chocolate caliente, y con jengibre es mucho mejor.  El jengibre le da esa chispa, ese toque especial.  La primera vez que probé chocolate caliente con jengibre, fue en Doughnut Plant en Nueva York (Creo que el cielo es bien parecido a este lugar), era diciembre, hacia frío, tomarlo fue la mejor decisión de ese día, eso y una dona de creme brulee, todo era hermoso!!!! Que frío???? Que nieve???? chocolate caliente y dona, esa es la solución a los problemas.  Y mientras aquí, en mi invierno tropical, recordando aquel exacto momento, decidí recrear la bebida, no es exacta, pero el paladar me lo agradeció.

¿Y tus noches? ¿Comenzaron a ser frías?

 

Chocolate Caliente con Jengibre

 1.5 oz de Chocolate Oscuro sin azúcar

2 tazas de leche

3 cucharadas de jengibre en trozos

Miel a gusto

 

En una cacerola a fuego bajo, derretir el chocolate, añadir la leche y el jengibre.  Dejar que hierva, apagar el fuego.  Con un colador, derrama el chocolate caliente en un envase para así eliminar los trocitos de jengibre. Endulzar con miel a gusto.

 

 

 

Locos Bajitos

El sábado tuve la oportunidad de asistir al concierto de Serrat y Sabina aquí en la isla.  Como se puede esperar, fue una noche de emociones, un concierto lleno de canciones que tocaban cada vena del alma.  Dos canciones en especifico, "Contigo", de Sabina, la canción que me canto mi esposo en nuestra boda.  ¿La otra? "Esos locos bajitos de Serrat", escucharla en vivo, a duo con Sabina, fue algo muy intenso.  Mientras la cantaban, pasaba por mi mente una película de la niñez de mi hijo, ese proceso de ser un "bajito" a ser lo que es hoy, un adolescente que me pasa en estatura.  De repente me llene de nostalgia, sentir como mi chico ha crecido, y ese momento instantáneo en que me bajaron las lagrimas, al Serrat cantar la estrofa "Nada ni nadie puede impedir que sufran, que las agujas avancen en el reloj, que decidan por ellos, que se equivoquen, que crezcan y que un día nos digan adiós."... Las cataratas del Niagara pueden asemejarse a mis ojos en ese instante.  El sentimiento de nostalgia y tristeza, de momentos que aun no han llegado, pero que duelen como si estuvieran aquí.  ¿Como evitar esas cosas? es simplemente parte de la vida, tienen que crecer y pasar por sus propias experiencias, eventualmente, decir adiós y dejar el hogar....pero en mi corazón seguirá siendo, mi loco bajito!


Las fotos fueron tomadas en el jardín del Museo de Arte de Puerto Rico, el lugar es hermoso. Pasamos un día lleno de arte, música y buena inspiración.  Tienen un estanque con peces KOI, el pez que en Japón es símbolo del amor y la amistad.